UN ETHOS DE VIDA QUE HAGA POSIBLE LA EUTOPÍA.

 

German Zambada Galván

Informa.

 

El Instituto Municipal de Cultura Culiacán, invita a la sexta sesión del programa Enjambre de ideas 2021, en el que los participantes desarrollarán el tema “Un ethos que haga posible la eutopía” el miércoles 19 de mayo a las 19:00 horas a través de la plataforma digital Facebook.com/culiacancultura, dentro de las actividades de la Jornada de Reflexión “Museos: Memoria para reimaginar el futuro”. Los invitados, y quienes compartirán sus experiencias durante este conversatorio son: Juan Carlos Ayala Barrón, Rodolfo Díaz Fonseca y Jorge René Meléndrez Quezada.

 

El futuro no tiene el mismo significado ahora que antes de la crisis del coronavirus en la que finalmente se ha tomado conciencia del daño que la acción humana ha causado a nuestro planeta. Con anterioridad a esta crisis, el futuro se podía contemplar todavía como un territorio de posibilidades: cabía pensarlo como un tiempo mejor donde proyectar aquello que no resulta posible alcanzar en el tiempo presente. La crisis ecológica ha determinado nuestro futuro, lo vemos con claridad al observar las consecuencias del cambio climático y la creciente desigualdad social. Desde el punto de vista de la crisis climática, el futuro nunca va a poder ser mejor, por lo que no cabría seguir pensando en utopías, los nuestros son tiempos de concesiones, de la búsqueda del mal menor.  Quizá nuestros tiempos sean de una utopía formulada en negativo: hoy no luchamos por construir una gran utopía, sino para evitar las distopías peores.

 

En el imaginario colectivo predominan visiones distópicas del futuro, que no son sino hijas de la creciente consciencia de que vivimos un gran desastre social y civilizatorio. En el mejor de los casos, podría ser que estas distopías pretendan arrojar una severa crítica que nos muestre el desastre al que nos conduce el presente distópico en el que vivimos, a un futuro póstumo, en palabras de la filósofa catalana Marina Garcés, un futuro que nos ha sido arrebatado y ante el cual sólo podemos esperar una vida que no es vivible, de la que esta pandemia nos está dando ya algunas muestras.

 

Sin duda, aún en este incierto tiempo que experimentamos, es necesario y urgente otro pensamiento, ideas que habiliten nuestra imaginación y mejores capacidades para lanzar la realidad en otra dirección, hacia un buen vivir en un buen lugar, hacia una eutopía; hacia a «el buen lugar», término acuñado con la intención de significar no sólo la bondad de un lugar, sino, por contraposición con utopía, su existencia real. Si designamos un horizonte de posibilidad como eutopía, quizá tal idea también parezca difícil de realizar, pero en este caso quien así la nombra la considera justa, deseable y buena, pero, sobre todo, se trata de algo posible.

 

Los horizontes de posibilidad de toda eutopía no pueden establecerse por cálculos racionales de ningún tipo, obedecen en cambio a los criterios, principios y valores que determinan la toma de decisiones que rige nuestra vida, al ethos que hemos decidido abrazar; en palabras de Aristóteles, los hábitos, carácter, costumbres o conductas que cada individuo desarrolla durante su vida. Un ethos que configura nuestro destino como personas, pero sobre todo como colectividad, por lo tanto, un ethos que en este momento determina nuestro destino como especie.

 

Ponentes:

Juan Carlos Ayala Barrón

Rodolfo Díaz Fonseca

Jorge René Meléndrez Quezada

 

Modera:

Minerva Solano Moreno