Por: Daniel Gerardo

Durante la última década (especialmente durante los últimos 18 meses), el consumo de la música se ha tornado completamente digital, pasando del Walkman al discman, después al ipod, hasta llegar directamente a nuestro teléfono celular, que desde hace 5 años, se ha convertido en el reproductor favorito de los consumidores.

Y tiene mucho sentido ya que durante la pandemia, millones de personas, abrieron por primera vez una red social, instalaron aplicaciones en su teléfono para transportarse, o simplemente se volvieron fanáticos de las compras por internet, causando que la cuarentena diera por iniciada una nueva revolución digital.

Misma, que si bien, no salvó a la industria musical, si ayudó a mitigar los golpes de las pérdidas millonarias por falta de conciertos y eventos presenciales, los cuales significaban para muchos artistas su entrada principal de dinero.

Por ello múltiples plataformas se atrevieron a dar el gran paso vendiendo sus servicios de streaming, como música “ilimitada” (aunque, lo correcto sería rentada) de una gran variedad de artistas.

Entre ellas están las más conocidas como: Spotify, Youtube music, Apple Músic, las cuales están aliadas a las grandes compañías disqueras y, que en promedio pagan $1 dólar por cada 229 reproducciones.

Se han convertido, en una ruleta rusa musical, ya que temas como “Dance Monkey” de la Australiana Tones and I (la cual era una desconocida hace poco), que ya supera 1,400 millones de reproducciones, le abren la puerta a la fama instantánea y la fortuna monetaria.

Así que, la revolución digital, ha significado cambios tanto para consumidores, como artistas, quienes a través de los nuevos medios, hemos descubierto nuevas formas de conectar.

¡Y tú!, ¿Qué canción escuchaste hoy en Spotify?.