Por: Roberto Montoya Martínez

 

Hola a todos. Gusto en saludarles. Hoy recordaremos a una voz memorable, lo mismo era una voz formal. Lo mismo era un buen entretenedor. Uno de los locutores más versátiles que tuvo nuestra radio. Su repentina partida nos golpeó a todos, pero al menos nos quedó el recuerdo de su voz. Aquí está esta recordación al gran J. J. Galindo.

 

Juan José Galindo Ortega, nació un 24 de noviembre de 1944 en Culiacán, Sinaloa. Hijo de Pantaleón Galindo y Lucía Ortega, Juan José siempre se mostró diáfano y transparente en su persona, alguien sencillo y sin igual.

 

  1. J. inicia su carrera como locutor a principios de la década de los 70’s, haciendo pequeñas suplencias. Tras haberse afiliado al STIRT Sección Culiacán, surgió la oportunidad de trabajar en lo que con el tiempo se convirtiera su verdadera vocación: Hacer cabina. Primero estuvo al servicio de Don Héctor Ramos en XENW, donde condujo un programa que tuvo un éxito colosal: “Ruleta musical Norteña”. Permaneció en dicha empresa hasta 1981, año en que se fue a trabajar a XENZ, y tiempo después a XEBL, en esta emisora trabajó hasta 1997, año en que presentó el proyecto denominado “La Cachimba” para XECQ y que resultó ser un éxito hasta 1999, año en el cual, Grupo PROMORED Culiacán le ofreció un espacio en XEWT para conducir un programa llamado “La Lámpara”. Lo último que hizo para esta empresa fue “El Agarrón”, donde este locutor logró consolidarse, pues dicho programa tenía proyección estatal. Paralelamente desempeñaba otra actividad: El magisterio, fue maestro de secundaria por mucho tiempo, sin descuidar la cabina.

 

El Profesor Juan José Galindo estaba en plenitud en su carrera como locutor cuando su salud se tornó precaria,  finalmente, el 13 de noviembre del 2002 el gran J. J. se marchó para siempre, llenando de luto y tristeza al medio que amaba más que a su vida: La Radio.

 

Juan José Galindo Ortega, un hombre que entregó su vida entera a la radio, y no sólo eso, también dio el corazón a quienes convivieron con él. Como una especie de tributo, rendimos un humilde homenaje a alguien que dio su vida a la radio, que grandes recuerdos dejó con su partida y que será un ejemplo a seguir para la nueva generación de locutores.

 

Quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo, podemos dar fe y constancia de su calidad humana. Vacilador como él solo. Hacía gala de su gran sentido del humor. A muchos años, se le sigue echando de menos. Voces como las de Galindón, ya no existen.

Es pues un placer, haber estado con ustedes. Muchas gracias y hasta la próxima.