Los ganadores del XIII y XIV Concurso de Guitarra Culiacán fueron aplaudidos, bajo la dirección del Mtro. Rodrigo Sierra Moncayo

Germán Zambada Galvan 

Informa. 

Culiacán, Sin.- Los magistrales acordes del famoso “Concierto de Aranjuez”, de Joaquin Rodrigo, junto con el “Concierto para guitarra No. 1”, de Mario Castelnuovo-Tedesco, llenaron antenoche todos los rincones del Teatro Pablo de Villavicencio, a cargo de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y con dos guitarristas solistas.

Lo anterior, en una de las noches más esperadas del XXII Festival y Concurso Internacional de Guitarra Sinaloa 2022, con una orquesta dirigida esta vez por el Mtro. Rodrigo Sierra Moncayo como invitado y, como solistas, los jóvenes guitarristas Gian Marco Ciampa y Abel García Ayala, ganadores de las dos últimas ediciones del Concurso.

El programa, que puede escucharse en línea en la página del Festival Internacional de la Guitarra Sinaloa, dio inicio con la bella obertura a “La tempestadi mare», de Antonio Salieri, tras lo cual entró al escenario el joven guitarrista italiano Gian Marco Ciampa, para interpretar el “Concierto para guitarra No. 1 en Re mayor opus 99”, de Castelnuovo-Tedesco, que fueron acometidos con entusiasmo en sus tres movimientos (Allegretto, Andantino alla romanza y Rítmico e caballeresco).

La larga tanda de aplausos provocó que el solista volviera a escena para conceder un encore, con el “Choro de saudade”, de Agustín Barrios “Mangoré”, que sonó límpida y acogedora en la sala.

Tras el intermedio, el repetido pero siempre esperado “Concierto de Aranjuez”, dentro de la participación de la OSSLA en el Festival, esta vez con el guitarrista mexicano Abel García Ayala como solista, que como siempre, se escuchó evocativa, relajante y magistral en sus tres movimientos (Allegro con spiritoAdagio y Allegro gentile).

Cerró fuerte con la suite “Los pájaros”, de OttorinoRespighi, una pieza que retoma estilos del barroco, entre danzas y aires antiguos, y consta de cinco movimientos (Preludio, La paloma, La gallina, El ruiseñor y El cucú), con instrumentos que evocan los cantos o voces de esas aves, en una pieza divertida y regocijant